sábado, 17 de julio de 2010

Recuerdos

¿Quién nunca ha pensado en recuerdos? Principalmente habría que saber el significado exacto de esta palabra. Si bien al ser algo que ya paso es lógico que pertenece al pasado, ¿Por qué digo esto? Porque siempre estaran presentes, esto puede ser bueno como no tanto. Cuando pensamos en los recuerdos se nos vienen millones a nuestra mente, estos hacen un recorrido: Primero tratas de recordar lo que en ese momento viste, escuchaste, dijiste, sentiste, pensaste, y así podría seguir horas. Pero el gran objetivo de un recuerdo es llegar al corazón y en lo posible tratar de quedarse ahí para siempre. Lamentablemente, hay algunos recuerdos que uno prefiere olvidar pero siempre... siempre quedan, y en ese caso no en el corazón sino, en la mente.. Aqui viene el problema: estos nos perturban, tratamos de borrarlos, pero no hay que olvidar que como dije antes, son para siempre. La parte fructífera de un recuerdo es, valga la redundancia, su enseñanza o moraleja; tanto en aquellos que te sacan una sonrisa o en los que te hacen llorar. Sinceramente tendríamos que darle una gran jerarquía a los recuerdos, porque ellos nos enseñan a vivir el día a día, para poder tener un mejor presente (y sí todo es una cadena infinita, muy infinita en la vida). Una de las conclusiones que podemos sacar de lo vivido, del pasado, es que sin los recuerdos no podemos seguir adelante.
Para concluir, quiero sacar una conclusión primordial sobre este fenómeno al cual todos, por suerte, nos afecta: Para construir algo tenes que tener una base, y los recuerdos son la base de la vida.

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