domingo, 18 de julio de 2010

El motor del alma: los sueños

“No puedo soñar, aún puedo subsistir y ¿vos me preguntas por mi sueños?” Esa fue una de las respuestas mas duras que recibí. Si supiera que toda su vida es un sueño, mil sueños, millones de sueños. Es increíble como podemos perder de vista ese maravilloso tesoro que tenemos, y mas aún perder la esperanza de algún día desembarcar y ser como un pirata en busca de ese cofre que esconde el mas bello regalo: la razón de nuestra vida.

¿Podemos tratar a alguien de iluso y te diría casi de ignorante por perseguir sus más preciados deseos? Tal vez me cueste entender como se puede llegar a ese límite en la vida en que solo caminamos hacia delante, hacia algún rumbo, en algún camino, sin ningún destino, solo seguimos nuestro instinto como si fuéramos animales. Pero el ser humano es mucho más valioso que eso, tenemos un alma que es ese tesoro que hemos buscado por siglos, hasta que algún científico, historiador, escritor o no se quién pudo darse cuenta que nosotros solo debemos descifrar el código para abrir aquel cofre: el alma. Ese código son los sueños, los sentimientos, las emociones, estamos hechos de una sustancia increíble que aun no se le ha colocado un nombre y que espero que aquello nunca suceda porque es el gran misterio que le da esa hermosa adrenalina a cada paso que realizamos en la vida.

Yo pienso seguir luchando por encontrar cada día un sueño, aunque me duela, aunque me cause lágrimas, aunque me cueste seguir mirando al frente, buscando mi horizonte, buscando mi sendero por el cual andar eternamente. No pienso perder el rumbo, mi motor son los sueños, mis remos la esperanza, mis frenos los miedos, mi destino la gloria.

2 comentarios: