sábado, 26 de febrero de 2011

Ideas sin sentido pero consentidas

“Quizá esto es lo más interesante de mi vida”, a veces creo que para ser lo que se dice “especial” tengo que haber pasado por una situación semejante que demuestre que aquel adjetivo me asienta bien. Mientras tanto he decidido involuntariamente (claro, suena paradójico, de hecho lo es) pasar mis días de modo melancólico, reflexivo. Siento por instantes lejanos que no llego al punto, no sé si deseo llegar. No sé ni si quiera lo que es, me gusta lo que pasa tan efímeramente en mi interior, pero aún no logro comprenderlo. La verdad nos hace un poco mas libres, tal vez sea esto parte de un final retórico o pintoresco. Decido ser un poco más natural, camuflarme en la cotidianeidad, no tolero tanta soledad.
Es la primera vez que escribo más concretamente, que escribo sobre mí. Me gusta esta nueva perspectiva, siempre me costo correrme de ese lugar de redentora, nunca lo fui ni lo seré, puedo haber encontrado la lógica de ciertas cuestiones, pero me resulta en vano intentar transmitirlas, siento que nada queda, escucho los primeros daños que ocasiona la fragilidad y me estremezco. Quizá hay algo que nadie nota, pero soy tan cobarde, si alguien se detuviera a observar mis ojos lo notaría, no soy lo que todos creen. En textos anteriores mencione lo banal de la imaginación, que nos hace crear un “ser” propio un tanto falso, irreal, muy utópico. Todo esto siento cuando dejo de soñar y caigo, pero nadie oye mi tenue grito, mi verdad. ¿Verdad? No quiero que me escuchen, me gusta caminar sola y apreciar mí alrededor y no me gustaría que alguien lo entienda porque soy un tanto posesiva con mis gustos. No son especiales, no son extraordinarios ni llamativos, pero juro que mi alma los necesita.
Me aburren los diálogos sin sentido, sin algún objeto, sin algo llamativo. Últimamente no tolero nada normal, quiero ser algo que no soy, que no seré jamás. Siempre persigo lo imposible con esperanzas de poder remediarlo y así obtener algo a cambio. Soy orgullosa de mis logros, veo esos recuadros con mi nombre y mi distinción académica y me hacen bien, son pequeñas metas que fortalecen mi espíritu.
Estoy abocada a un sueño que lo sé desde pequeña pero que he ignorado. Ahora ya pude sacarlo a flote y me gusta ver como va tomando forma. Me da miedo que a causa de esto descuide otras cosas, pero no, estoy segura que podré con todo. Me aterran los fracasos, no aguantaría uno, por más que no sepa a dónde me dirija, se que moriría si me quedo en la mitad.
Mientras escribo esto, observo un cartel que dice “de poeta y de loco”, cuánta razón tiene eso, creo que todos somos así, ambiguos e impredecibles. Mientras tanto seguiré en busca de más emociones, me gusta saber que siempre seré uno mas, si claro un ser pasional. Sentimientos y deducciones filosóficas, adoro esto. Lo haré más seguido.

lunes, 7 de febrero de 2011

No entiendo por qué vivimos acá. No entiendo por qué alguien dice suficiente. Quedas en el medio de esta orgía, en el costado de este gran supermercado. Donde nada sale gratis, y es que siempre es a nosotros a los que nos cuesta caro. Si no soñara con un mundo, sin más tristezas ni carencias ni dolor, me voy.
Parece que nos vamos alejando y que ya nadie se acuerda a dónde vamos. Gente nace y crece, trabaja y muere, no encuentro la razón de estar callada. Evitar el rebaño buscando la puerta, donde la libertad me esta esperando.