miércoles, 1 de diciembre de 2010

Somos víctimas y culpables

Sociedad. Otra vez abarca todos mis pensamientos. ¿Cómo buscar una cierta coherencia en ella? ¿Cómo aún me quedan fuerzas para intentar comprenderla? Tantas falencias esconde que conlleva a las mayores miserias humanas. Estas mismas hoy podrían ser motivo de mi destrucción. El vulnerable destino o aquella fuerza superior que habita en cada espacio sé que logró evitarlo. Es tan fácil ver los minuciosos defectos, pero tan difícil combatirlos. Son ese arma mortal que aprieta el gatillo en todas nuestras mentes. Nuestro tenue grito de socorro ya no es percibido por nadie… siento que estamos tan solos. ¿Acaso sembramos esto? ¿O somos víctimas de otros seres que no pudieron ser fuertes ante una corriente de aberración?
Logro acariciar un trozo de esperanza que acompaña el desdén de mis pasos. Puedo ver paz, pero también odio, serán las dos caras de este mundo que gira buscando un rayo de Sol. Un viento arrasa todo, pero aún persisten almas que protestan, quizá así no se sientan tanto en soledad… A veces quisiera luchar contra esas agujas que logran torturarme, sé que tal vez sea tarde pero sé que muchos queremos ser testigos de un devenir que no sea prófugo del amor. Nunca te creas el único teniente de una causa, porque detrás mucha gente estará marchando contigo. Soy de las que piensan que los hombres somos buenos por naturaleza y también hijos de ella. Deberíamos ser más fuertes ante el pesimismo dominante, pero insisto que ser realista y apoyar un poco los pies sobre la tierra es lo mejor, observar y aprender. Callarnos. Aprender del pasado para construir un presente, donde no suframos ausencias injustas de seres que creyeron en los sueños de este mundo y que poco a poco hemos olvidado…

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